Una tradición africana que consiste en ser una manera educada de que un
invitado pida a los dueños de la casa donde está invitado si se puede marchar.
El dueño decidirá si puedes marcharte o si aún tienes que quedarte porque hay
algo preparado. El invitado puede pedir la ruta hasta tres veces, a la tercera
el dueño ya tiene que dejarle marchar.
Un gesto más que demuestra la educación
africana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario